No solo tuvo que pelear Sergio García con Kevin Chappell por conseguir el punto en juego si no también con el viento reinante en el Austin Country Club donde en algunos momentos llegó a superar los 60 kilómetros por hora. Solo tienen que fijarse en como ese viento azota la ropa del español mientras emboca un purito desde casi ocho metros importantísimo para la victoria ante el estadounidense.





