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El castellonense deberá cuajar una gran segunda ronda si quiere acceder al finde. Foto: @PGATour
No ha sido el inicio de Houston Open que muchos esperábamos para Sergio García (74 golpes, +4), quien se ha colocado a las puertas del abismo tras una primera jornada sobre la hierba del Memorial Park Golf Course en la que ha entregado una cartulina con cuatro golpes por encima del par para situarse en el Top 88 y ver cómo sólo una gran ronda este viernes le puede permitir continuar en el campeonato el fin de semana. Y eso que Sergio, por raro que pueda parecer viendo su tarjeta, empezó de manera inmejorable en el hoyo 2.
Una grandísima salida en este par 3 le permitió dejarse un putt cómodo desde algo más de un metro para iniciar el día bajo par y ver el vaso medio lleno en los primeros instantes del campeonato. Sin embargo, esta fue la única vez en el día que el castellonense tuvo su tarjeta con guarismos en negativo. A partir de aquí, una consecución de errores en el 4, el 6 y, sobre todo, el 7 -aquí se anotó un doblebogey tras visitar el agua desde el tee– causaron estragos en una puntuación en la que poco importó que sellara un nuevo birdie en el 8.
En esos momentos, su resultado era de dos golpes por debajo del par y, pese a que se conjuró para llevar a cabo un buen final con el que dejarse todavía opciones de éxito para la segunda ronda, un inicio complicado de parte final con un nuevo bogey en el 11 lo devolvía a la realidad. Sergio iba a remolque de los pares 3 y tenía que esforzarse en exceso para no perder comba en la ronda, tal y como lo demuestra el birdie en el 12. Misma jugada que sólo unos hoyos más tarde, con el acierto en el 15 y el error en el 16.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar. Y se produjo casi sin tiempo de reacción después de que el segundo golpe del deportista de Borriol en el 17 se volviera a encontrar con el agua cuando buscaba el green. ¿Resultado? Nuevo doblebogey y Sergio que deberá trabajar de lo lindo si quiere acercarse aunque sea un poco a un Brandt Snedeker (65 golpes, -5) que domina con autoridad la prueba con dos golpes de ventaja sobre sus rivales gracias a una actuación con seis birdies y un solitario bogey.
