Rahm se descuelga hasta el T11 después de un final desacertado y deja la presión al de Borriol que busca con ahínco su primer Grande después de 73 intentonas
18 hoyos, una docena y media de banderas y podría acabar de un plumazo con su maldición en los Majors y con ese apelativo que se le ha colgado en más de una ocasión de “mejor jugador del mundo sin un Grande”. Sergio García (70 golpes, -6) está haciendo gala de la suficiencia propia de un veterano y la ilusión de un rookie para ganarse por méritos propios soñar con su primer torneo importante del planeta Golf.
Una Chaqueta Verde que cerraría el círculo en una jornada para el recuerdo colectivo: 9 de abril, día en el que el cántabro universal, Seve Ballesteros, hubiese cumplido 60 años. Aunque para ello todavía tendremos que sufrir de lo lindo durante la última ronda de competición, pues el castellonense cerrará el torneo en el encuentro estelar ante todo un campeón olímpico como Justin Rose (67 golpes, -6), quien busca su segundo Grande tras el US Open de 2013.
García lo hizo prácticamente todo bien, apenas se le puede poner un solo pero. Aprovechó con eficacia los pares 5 y embocó los putts comprometidos cuando el Augusta National le enseñó los dientes. De hecho, solo los pares 4 del 7 y el 9 pudieron penetrar su coraza, llevándole a cometer sus dos únicos errores en los 18 hoyos disputados. No se puso nervioso en ningún momento, ni siquiera cuando Jordan Spieth (68 golpes, -4), que tiene una relación especial con este campo, se le colocó por encima.
El jugador de Borriol fue a lo suyo. Sabía qué tenía que hacer en todo momento y lo ejecutó a la perfección hasta el punto de dejar atrás sin excesivos apuros al estadounidense Charley Hoffman (72 golpes, -4), que sigue de retroceso desde su sublime primera vuelta. Sin embargo, con lo que no contaba el español era con la aparición estelar del inglés Justin Rose, que cuajó los segundos mejores nueve hoyos del día para empatarle en el liderato y tenerlo en el partido estelar a partir de las 20:45 horas de la España peninsular.
Jon Rahm (73 golpes, Par) se quedó sin apenas opciones en esta jornada del movimiento pese a un inicio fabuloso en el que dos birdies en las tres primeras banderas le situaron a solo un impacto de Sergio pero, tras un doblebogey en el 12, nada volvió a ser lo mismo. Y los bogeys del 16 y el 17 no hicieron otra cosa que impedirle seguir con su tremenda escalada. Ahora, desde el T11, buscará un último impulso que le facilite un buen resultado en el debut en el Masters.