Se terminó la segunda jornada del WGC-Match Play y, aunque hubiésemos firmado un mejor registro para la Armada, lo cierto es que ninguno de nuestros tres representantes está descartado para jugar a partir del sábado las rondas decisivas de este segundo Campeonato del Mundo del 2019. Ahora bien, también es cierto que cada uno tiene su propia casuística y solo Sergio puede depender exclusivamente de él para alcanzar los octavos de final en el duelo de la tercera ronda.
Principalmente porque el castellonense ha sido el único en contar sus partidos por victorias y tiene cogida la sartén por el mango en este grupo 16. El jugador de Borriol, que en la primera jornada dio buena cuenta del irlandés Shane Lowry, ha hecho lo propio este jueves con Andrew Putnam, verdugo hace unas horas de Patrick Reed. ¡Y de qué manera! Sergio se deshizo sin excesivos contratiempos del estadounidense por un claro 5&4, lo que unido al empate de Reed y Lowry deja en el grupo a ambos eliminados y con la certeza de que un empate entre los dos últimos ganadores de la Chaqueta Verde le sería suficiente al español.
Pero a partir de aquí todo es coger la calculadora en el torneo que se disputa sobre la hierba del Austin Country Club. Sobre todo por lo que respecta a Rafa Cabrera Bello, que ha dejado pasar una oportunidad de oro para sumar su primer triunfo después de desperdiciar el hoyo de ventaja con el que llegaba al 18 en su encuentro ante Westwood tras una remontada épica.
Un birdie del británico sobre la bocina salvó medio punto para él y pone el grupo al rojo vivo. Y es que se podría dar el caso de un cuádruple empate en el caso de que Rafa y Westwood vencieran en sus encuentros ante Schauffele y Hatton, respectivamente, lo que obligaría a todos ellos a salir a un PlayOff a muerte súbita. Esto tiene una desventaja: que Rafa, además de ganar, deberá estar con la vista puesta en el otro encuentro del grupo.
Así como Jon Rahm, que ha caído por 2&1 en su duelo ante JB Holmes y tendrá que ganar sí o sí a Matt Kuchar para forzar la muerte súbita a la espera de que Holmes se una o no a la fiesta en función de si logra vencer a un Si Woo Kim que se ha quedado sin opciones de poder acceder a la siguiente fase.