Aunque habitualmente se dice con gran acierto que los Grandes se ganan en 72 hoyos, los jugadores siempre tienen un golpe marcado a fuego en la retina. Ese momento, ese instante que les permite abrir los ojos, echar la vista hacia atrás y reflejar una sonrisa en su rostro. Un “por fin está aquí” que tantos y tantos golfistas en la historia han acabado diciendo. Como Sergio García, que en un reciente reportaje publicado por el portal Golf dot com ha dejado claro cuál fue ese punto de inflexión que le hizo estar más cerca que nunca de su primer gran triunfo.
Fue en el hoyo 15 del imperial Augusta National de Georgia cuando el castellonense, que en esos momentos marchaba a un golpe de distancia de Justin Rose, salió con el driver -y con el alma, todo sea dicho- desde el tee para mandar la bola a la calle. Y entonces se produjo uno de los highlights de la semana. Tomó el hierro 8, disparó y su golpe tuvo la precisión y la velocidad exactas para sobrevolar el green y dejarse un putt de unos cuatro metros y medio para firmar el eagle.
“Fue uno de los mejores golpes que di en toda la semana”, comenta el español, quien acabó sellando el 3 en este par 5 para dar caza a un británico que conseguía en esa bandera su cuarto birdie del día. Y más allá de los números estuvo su estado de ánimo, que dio un salto impresionante -máxime cuando en el 13, estando a dos impactos de distancia, estrelló su salida en un obstáculo para pocos minutos después lograr salvar el par-.
“En la gran mayoría de las otras semanas hubiese estado pensando en qué es lo que estaba pasando. En ese momento no. Lo más importante es que me sentí tranquilo durante todo el proceso”, confirma el deportista de Borriol. Y quizá esto fue lo que marcó la diferencia entre esta cita y las anteriores.
Sergio’s eagle at 15 was fun. pic.twitter.com/SsRNeD19c7
— The European Tour (@EuropeanTour) 9 de abril de 2017