A pocas horas de cumplir los 33 años y con una trayectoria envidiable en la que ha conseguido diez títulos en la LPGA -un Major entre ellos- y una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 2016 -además de haber ostentado durante bastante tiempo el número 1 mundial-, Shanshan Feng ha anunciado que pondrá el punto final a su carrera esta misma temporada. Lo ha hecho feliz, mostrando la sonrisa que siempre le ha caracterizado en las ruedas de prensa y dando las gracias por una trayectoria llena de éxitos en la que ha sido un espejo en el que mirarse para todas sus compatriotas.
Después de todo, Feng fue la primera jugadora china en conseguir la membresía de la LPGA en 2008 cuando apenas contaba con 18 primaveras. También fue pionera en lograr un Major -el KPMG de 2016– y representó a su país en los Juegos Olímpicos en la vuelta de estos a la cita deportiva por antonomasia. “Siempre sentí que era como un conejillo de indias, porque no había delante de mí nadie a quien pudiera seguirle los pasos. Tuve que descubrir el camino por mí misma”, comentó la jugadora asiática en una entrevista concedida a Golf Channel.
Pese a esto, toda la presión que llevaba consigo le permitió seguir mejorando con el paso de los años hasta convertirse en una de las grandes jugadoras que ha dado el circuito femenino en la última década: “Incluso cuando alcancé el número 1, mi objetivo siempre fue seguir mejorando. No quería ser perfecta, no era la perfección lo que buscaba, sino seguir creciendo”, admitió. Feng, que se propuso desde sus inicios jugar una década como profesional -aunque la pandemia ha hecho que este tiempo aumente hasta los catorce años-, se despide así satisfecha con todo lo conseguido.
“Di el cien por cien a lo largo de todo este tiempo. No hay nada de lo que me arrepienta. Si esto será suficiente para ser considerada miembro del Salón de la Fama solo el tiempo lo dirá”, sentenció con una sonrisa en el rostro.
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