Lo cierto es que empezar la ronda así insufla aliento a cualquiera. Si Woo Kim se enfrentaba al tercer golpe en la segunda bandera del día después de un approach defectuoso que había llevado su bola al camino para coches de la parte izquierda del green del 11. Fue entonces cuando el surcoreano hizo magia con sus manos y, botando la bola en el único sitio que tenía disponible para conducirla a altura de bandera, fue capaz de introducirla en el agujero. Un disparo brutal que se ha ganado con todo merecimiento el título de Golpe del Día.