Sólo un error en la penúltima bandera del día ha provocado que Webb Simpson no se haya acostado en el coliderato de este Phoenix Open después de una ronda digna de mención. Y es que, a pesar de no haber alcanzado el nueve bajo par de Finau, el norteamericano fue capaz de llegar hasta el -7 con un enorme acierto en las proximidades de bandera. Una estadística que se hizo fuerte en la segunda parte del recorrido y que terminó por contagiar al resto de aspectos de su juego. Sirva como ejemplo el Hoyo en Uno del 12, el tercero más difícil del día, donde sobrevoló sin apenas esfuerzo las 196 yardas que lo separaban del agujero para llevar su cartulina hasta el seis bajo par momentáneo.