Dos hoyos de desempate le hicieron falta a Cameron Smith (68 golpes, -18) para resultar el verdugo de un Jordan Zunic (71 golpes, -18) que, pese a haber bordado el Golf durante la jornada del movimiento, no remató la faena. Y no lo hizo principalmente porque al contrario de lo que sucediera 24 horas antes -donde parecía que todos los putts iban a ser sinónimo cuanto menos de birdie– la clarividencia en los metros finales fue poco más que una quimera.
Y eso que, aunque embezó con bogey la primera bandera del día, pareció solucionar el embolado con tres birdies prácticamente consecutivos en el 3, el 4 y el 6. Pero entonces llegaron los nervios. Los hoyos los dejó de ver como una piscina olímpica y el hecho de ver constantemente por el retrovisor la figura de Smith le acabó pasando factura. Un solitario bogey de Zunic en el 10, unido al acierto de su compatriota, llevó el desenlace de este Australian PGA Championship a la muerte súbita. Y ahí el último ganador -junto con el sueco Jonas Blixt– del Zurich Classic no perdonó.
De este modo el nuevo curso del European Tour arranca de manera inmejorablemente bien para los australianos, que han visto a Ormsby y a Smith triunfar en las dos primeras pruebas -no podrá haber pleno, pues el AfrAsia Bank Mauritius Open carece de aussies el fin de semana. ¿Y en cuanto a los nuestros? Se preguntarán. Pues un flojo día tanto de Sergio García (74 golpes, -6) como de Adriá Arnaus (73 golpes, -2) les ha dejado sin opciones siquiera de luchar por un mejor resultado.
Y es que mientras que el castellonense se iba al dos sobre par tras una jornada en la que un doblebogey y cuatro bogeys tuvieron más peso que los cuatro birdies cosechados, el catalán sufrió la dureza del Golf en la última bandera de su vuelta, cuando un doblebogey tiró por tierra todo el trabajo de remontada que cocinó a fuego lento durante varias horas. Así pues, mientras que el jugador de Borriol se despidió con un Top 24, el barcelonés hizo lo propio con un T45 que le permite sumar los primeros dólares de su carrera en el mejor circuito del viejo continente.