Tras su excelente 2016 era un secreto a voces que el deportista sueco se alzaría con este galardón. Y es que su trayectoria en esta última temporada, “la mejor de toda su carrera”, como muchos se atreven a admitir –incluido el propio jugador- le ha llevado a los altares de este deporte por primera vez en su intachable currículum. A los 40 años, Henrik Stenson saboreó por fin las mieles de un Major, además de batirse en otro gran duelo con Justin Rose para llevarse a casa una medalla olímpica por la que muchos de los grandes golfistas de la historia han suspirado. Estos méritos han sido más que suficientes para que el European Tour haya declinado la balanza a favor del escandinavo.
“Seguramente ha sido la mejor temporada de mi carrera”, comentó el sueco. “Ser nombrado por segunda vez mejor jugador del continente es una excelente manera de bajar el telón al 2016. Y es que esto, unido a la Jarra de Clarete, la medalla de plata en Río y la Race to Dubai hace que esté muy orgulloso de todo el trabajo que ha habido detrás. Algunos dirán que la consistencia de mi juego fue mejor en 2013… Puede que tengan razón, pero este año es cuando he tenido mis mejores actuaciones en momentos clase”, concluyó el actual número 4 del mundo.
A nadie se le pasa por alto la actuación sobre Royal Troon el pasado 17 de julio. Henrik Stenson y Phil Mickelson frente a frente, un mano a mano con la gran sombra de la Jarra de Clarete proyectándose sobre sus cabezas. En el mismo lugar donde hacía 39 años Jack Nicklaus y Tom Watson formaron parte de uno de los mejores duelos de la historia del golf moderno, Iceman y Lefty rozaron la perfección con una auténtica exhibición de altos vuelos, un envite que será recordado como una de las mejores partidas de todos los tiempos. Este premio, pues, no es otra cosa que el reconocimiento de todo lo que Stenson ha hecho disfrutar a los aficionados de este deporte en los últimos meses.