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El sueco ha puesto la directa en su intento por volver a casa con otro torneo del PGA bajo el brazo. Foto: @PGATour
Palm Harbor ha sido testigo de excepción de cómo pelear por la victoria desde los inicios se ha convertido en una forma de vida en la gira del otro lado del charco. Y si no que se lo digan al estadounidense Jim Herman (62 golpes, -9), que al término de los primeros 18 hoyos en el Valspar Championship ha estado cerca de batir todos los registros tras sellar una ronda de 62 impactos para servirle en bandeja el liderato, algo para lo que la suspensión de la jornada por falta de luz ha jugado un papel determinante.
Campeonato raro este que precede solo cuatro semanas al Masters de Augusta. Y no, no nos estamos refiriendo al formato. Hablamos de que por primera vez en este 2017 ningún español ha formado parte de un torneo en el PGA Tour, toda vez que ni Sergio García, ni Jon Rahm –a quien veíamos mandar muchos ánimos para los más jóvenes desde Augusta– ni Gonzalo Fernández-Castaño (no entró en el campo) han decidido pasar esta segunda semana de marzo en Florida junto a un buen grupo de integrantes del circuito norteamericano.
Y casi que mejor, porque la competencia en el torneo está resultando feroz en estas primeras horas con el mencionado Herman sorprendiendo a propios y extraños con sus nueve birdies sin fallos. Aunque no es el único. Detrás del deportista de 39 años aparece un nutrido grupo de jugadores con Henrik Stenson (64 golpes, -7) a la cabeza al que no hay que perder ojo, pues tanto el sueco como el norteamericano Russell Henley han entregado sendas cartulinas con los mismos guarismos para colocarse a rebufo del actual líder y poder coger resuello en estos primeros compases de torneo.
El vigente defensor del título Charl Schwartzel (70 golpes, -1), de quien comentábamos hace unas horas que sería duda hasta el final debido al percance subido con un amateur durante la disputa del Pro-Am, ha podido ser finalmente de la partida y se ha marchado a Casa Club con un -1 en su cartulina después de una jornada aciaga en los greenes, donde tuvo infinidad de ocasiones que le podían haber llevado sin excesivas complicaciones a la parte alta.
