Steve Stricker apuesta por la cohesión de equipo como el gran arma para batir al viejo continente

16 septiembre, 2021 | Redaccion

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El capitán americano organiza una cena de equipo para aunar fuerzas de cara a una cita en la que EE.UU. aspira a acabar con el reinado visitante

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Zach Johnson y Justin Thomas reconocieron Whistling Straits sobre el propio terreno. Foto: @RyderCupUSA

A pesar de los tiras y aflojas que pueda haber entre algunos miembros del equipo americano de la Ryder Cup, lo cierto es que si algo quiere transmitir el capitán estadounidense estas últimas semanas es un mensaje de unidad. Una palabra que le es muy familiar a los locales, pues en las últimas ediciones ya han pretendido hacer una piña con la que intentar salvar el exceso de individualismo que siempre les ha caracterizado. “Es una constelación llena de estrellas, pero se quedan lejos de la palabra equipo”, se llegó a apuntar en alguna ocasión.

Y lo cierto es que no han ido mal desencaminados a tenor de las imágenes. Las caras de los pesos pesados estadounidenses los últimos torneos tienen poco que ver con las de los europeos, a los que se les puede calificar de gran familia tras los resultados cosechados. Una sensación que, en palabras de algunos jugadores americanos, quieren experimentar desde ya. “Entendemos lo mucho que significa para Stricker jugar en casa. Creo que los aficionados van a ver a un equipo muy cohesionado. Somos un equipo”, afirmó Harris English en unas recientes declaraciones a Golf Channel.

Y para acabar con una racha siete derrotas en las nueve últimas ediciones, Steve Stricker preparará un campo en el que los birdies estarán a la orden del día. Una estrategia en la que sus pupilos se mueven como pez en el agua. “Será una vía en la que intentaremos sacar partido. Estuvimos repasando estadísticas acerca del porcentaje de hoyos de fourball que se ganan con par con respecto a birdie. Y lo cierto es que si haces muchos pares, se pierden muchos hoyos”, añadió English, quien se mostró ilusionado con la preparación en conjunto que ha organizado Stricker.

“Es muy difícil que nos reunamos todos y poder vivir junto al resto de chicos un partido de fútbol es genial. Esto es lo que quiere Stricker: que nuestras individuales se junten para formar un todo”, sentenció. Un viaje en el que la única ausencia fue un Brooks Koepka que continúa recuperándose de sus dolencias en la muñeca.