Teníamos puestas muchas esperanzas en la ronda final del último evento del año del calendario del PGA Tour y lo cierto es que no ha decepcionado lo más mínimo. Gran Golf, un ambiente formidable y, sobre todo, mucha emoción es lo que ha acompañado en estos postreros 18 hoyos del QBE Shootout sobre la hierba del Tiburón Golf Club de Naples (Florida). Y sí, tras el amargo sabor de boca del año pasado, Steve Stricker puede gritar a los cuatro vientos que ha conseguido vencer de nuevo en este evento por parejas.
Esta vez ha sido junto a su compatriota Sean O’Hair, que finalmente ha resultado clave para el triunfo con un grandísimo eagle en el hoyo 17 que ha puesto fin a la resistencia de los irlandeses Shane Lowry y Graeme McDowell. Pero empecemos por el principio, ya que la pareja europea no se lo puso nada fácil a los norteamericanos en la jornada de fourballs. De hecho, antes de salir por el tee del 8 en el encuentro estelar del día, el dúo del viejo continente consiguió distanciarse dos impactos por encima.
Pero la cosa cambió a partir de aquí. La maquinaria de birdies de los británicos se atascó y los estadounidenses aprovecharon para conseguir la igualada con dos birdies en el 8 y el 9 y tomar las riendas del evento con dos aciertos más en el 11 y el 14, coronados con el ya mencionado eagle del texano. De nada sirvió el afán de los jugadores del viejo continente en la última bandera, pues lo único que hicieron fue que la diferencia se quedara en un impacto.
Así pues, O’Hair suma el segundo triunfo en este evento tras la victoria de 2012 -el por aquel entonces Franklin Templeton Shootout– con Kenny Perry como acompañante, y Stricker hace lo propio -venció en el Shark Shootout de 2009 con Kelly de pareja-, además de quitarse la espinita de hace 12 meses.