Unas horas después de que la noticia empezara a circular por los medios de comunicación, muchos continúan haciéndose cruces por lo inesperado de la llamada a filas de Keegan Bradley para asumir las riendas del equipo norteamericano que se enfrentará al europeo en la Ryder Cup de Bethpage. Sobre todo porque el deportista de Vermont, que hace escasamente un mes cumplía 38 años, no había estado como cabeza de cartel en las quinielas que se manejaban desde las altas esferas.
Sin embargo, con el irremediable descarte de Phil Mickelson y tras las calabazas de Tiger Woods -quien asumimos que ejercerá la capitanía más pronto que tarde-, la PGA de América decidió ofertarle la plaza a uno de los nombres que menos sonaban. Para llegar a esta decisión se prescindió por el camino de figuras como Jim Furyk, Justin Leonard, Mark O’Meara o Stewart Cink, que por edad y por méritos parecían más predestinados al puesto. Y precisamente fue este último el primero en salir a la palestra para mostrar su “sorpresa” por la designación.
“Estoy bastante decepcionado porque no me eligieron capitán, por supuesto. Realmente esperaba desempeñar ese papel”, confesó Cink en la previa del Genesis Scottish Open del DP World Tour. “Amo Estados Unidos y amo el equipo. Tengo mucho respeto tanto por los jugadores como por la Ryder Cup”, añadió, poco antes de desearle suerte a Bradley en esta aventura.
“Estoy convencido de que hará muy buen trabajo. Sé que quiere una victoria del equipo y será un gran capitán. No creo que el hecho de no haber desempeñado nunca el papel de asistente se note demasiado. A lo largo de su carrera ha jugado un gran golf y le hemos podido ver levantando el PGA Championship. Además, la edad podría ser un factor a tener en cuenta, porque va a estar más en sintonía con los jugadores”, sentenció.
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