Muy mal tiene que ir el domingo para que el SA Open no se lo acabe llevando un golfista de las islas. Graeme Storm (67 golpes, -17) y Rory McIlroy (67 golpes, -14) se han citado en el Glendower GC de Gauteng para dirimir el jugador que se llevará a casa el primer título de 2017.
Sí, es cierto que el norirlandés parte con tres golpes de desventaja con respecto al inglés, pero su sombra es alargada y el liderato podría pesarle en exceso al jugador de Hartlepool, quien no olvidemos que hace escasos meses cruzaba los dedos por conservar la tarjeta del circuito.
Hoy, en cambio, Storm se mostró firme, como si la presión no fuese con él. Inspirado con el putter y auspiciado por la falta de errores –lleva dos jornadas consecutivas huyendo de los bogeys-, el británico sumó cinco birdies para mantener a raya a McIlroy, que con cinco birdies, un eagle y dos bogeys –uno en el 9 y otro en el 18- había intentado meterle presión. Así pues, duelo al sol para el último día en el que también les acompañará Jordan Smith (68 golpes, -13), que finalizó con una vuelta con cuatro golpes por debajo del par.
En cuanto a la actuación española, Adrián Otaegui (70 golpes, -6) sigue aguantando entre los 30 mejores jugadores del evento después de una nueva vuelta por debajo del par del campo –cuatro birdies y dos bogeys han tenido la culpa-, mientras que Pep Anglés (70 golpes, -3), que se coló en el fin de semana después de un birdie en el penúltimo hoyo de su segunda ronda, sigue subiendo puestos en la tabla y ya se ha situado dentro de los 51 mejores.