A sus 50 años, pocos creían en las posibilidades de Strick de estar en solo unos días en Erin Hills, muy cerca de su casa, para disputar el US Open. De hecho, ni él mismo tenía fe, pues como comentamos ya hace unas cuantas semanas el jugador estadounidense escribió a la USGA para ver si era posible obtener una exención especial con la que disputar un torneo que le hace especial ilusión. El motivo no es otro que el debut del segundo Major de la temporada en Wisconsin, su lugar de nacimiento.
Ante la negativa del máximo organismo norteamericano, al nombrado hace unos meses cuarto y último asistente de Jim Furyk para la Presidents Cup no se le ocurrió otra cosa que comenzar a prepararse con la esperanza de poder disputar uno de los eventos clasificatorios, a ver si sonaba la flauta. Y sonó este pasado lunes. Vaya si sonó. En un día que no olvidará tan fácilmente entre el Germantown CC y el Ridgeway CC de Memphis (Tennessee), el deportista nacido en la localidad de Edgerton se salió para ganarse con todo merecimiento un lugar entre los mejores.
Stricker ocupó la primera de las nueve invitaciones a repartir después de entregar sendas tarjetas con 67 y 65 golpes, aventajando en un golpe al argentino Andrés Romero y a sus compatriotas Troy Merritt, Chez Reavie, Harris English y Garrett Osborn. Y es que nuestro protagonista convirtió doce birdies y cometió solo dos fallos, poniendo de manifiesto que su gran temporada en términos de resultados –firmó un Top 10 en el Dean & DeLuca y varios Top 20, Masters incluido- no es ninguna casualidad.
Así pues, Mr. September –como es conocido en el circuito- podrá llevar su sueño a la práctica: jugar el US Open en casa… ¡Y sin necesidad de que le regalen nada!