Tal día como hoy, un 22 de julio, pero de 1984 Seve Ballesteros conquistaba la segunda de las tres Jarras de Clarete que aparecen en su palmarés después de un glorioso duelo en el que acabó aventajando en dos impactos a Bernhard Langer y a Tom Watson. Un torneo que será recordado para siempre por esa sacada de puños mítica del cántabro al embocar el definitivo putt en el 18 en el día más feliz de su carrera deportiva en palabras del cántabro. «Este fue el momento más feliz de toda mi vida deportiva«, dijo Seve. «Mi momento de gloria. Tanto es así que la imagen de mí gesticulando triunfante se convirtió en el logotipo de mis empresas«.