Hay cosas que están reservadas para los fueras de serie. Y, como lleva demostrando desde hace muchos meses, Justin Thomas se encuentra en este exclusivo club. No hay más que ver el golpe del que todos hablaban durante la jornada del viernes. Era un putt corto sin trascendencia, dirán muchos. Pero lo que no comentan es que el joven jugador norteamericano, al ver que entre su bola y el hoyo había unas marcas que podían desviar su trayectoria, decidió guardar el putter y sacar a pasear el wedge.
Con un suave toque Thomas consiguió salvar el obstáculo y dirigir a la bola dentro del agujero en un par que tuvo trascendencia al final del campeonato, pues tanto él como Leishman se jugaron la CJ Cup en el desempate. Y es que cada golpe cuenta.