Hace unas horas el californiano se quejaba amargamente del espantoso ruido que se escucha a diario en las inmediaciones de Long Island por culpa del tráfico, algo que molesta -y de qué manera- a los jugadores que se hospedan en los alrededores del complejo neoyorquino. No obstante, el ex número 1 del mundo no está teniendo que sufrirlo más allá del trayecto que le lleva hasta Shinnecock Hills, pues hace unas semanas decidió que, en lugar de dormir en un hotel o alquilar una casa, iba a llevarse consigo a Privacy, su espectacular yate de casi 50 metros de eslora.
Lejos de sorprender, no es ninguna novedad. Y es que hace doce años ya realizó la misma jugada en el US Open disputado en Winged Foot, aunque con un resultado más que cuestionable al perder el corte tras entregar dos cartulinas con 76 golpes. “Sin lugar a dudas, estar aquí te ayuda a concentrarte y pensar solo en el torneo”, comentaba el norteamericano a los medios hace unas horas. No nos extraña lo más mínimo, pues la embarcación tiene de todo para hacer de la estancia un paraíso para los sentidos: jacuzzi, gimnasio y cine, entre otras cosas.
El tráfico en Long Island, un quebradero de cabeza para la USGA debido a los grandes atascos
“Sag Harbor -lugar donde está amarrado el barco- es una pequeña y hermosa ciudad. Hace pocos días que estoy ahí y, aunque todavía no he tenido la ocasión de pasear por las calles, es agradable poder alejarse del escenario del torneo y ver allí mi casa durante estos días. A decir verdad estoy disfrutando”, confesó Tiger, que será de los pocos jugadores sobre el campo que evitará los largos viajes para llegar a Shinnecock Hills.
Woods debutará en el US Open en prime time a partir de las 19:47 horas de la España peninsular junto a sus compatriotas Justin Thomas y Dustin Johnson, media hora después de que el trío español entre a escena.