Pase lo que pase de aquí a que finalice la temporada, el curso ya puede considerarse un éxito para Tiger Woods. El jugador estadounidense se llevó el pasado mes de abril su quinta Chaqueta Verde –decimoquinto Major en total- después de demostrar que todavía le queda cuerda para rato en el mundo del golf. Ahora bien, el éxito sobre la hierba del Augusta National ha provocado que esté apartado de los terrenos de juego más tiempo del que hubiésemos deseado. Desde que venciera en Georgia, Tiger tan solo ha jugado en tres eventos y disputado diez rondas competitivas.
Un corte perdido en Bethpage Black durante la disputa del PGA Championship, un Top 9 en el Memorial y un T21 en el US Open ha sido el balance del ex número uno del mundo en estos cuatro meses, algo sobre lo que ha reflexionado este martes en rueda de prensa. “Esa victoria me ha costado mucho en numerosos aspectos. Ese campo somete al jugador a un estrés que no lo vive en ningún otro sitio”, comenzó afirmando el 15 veces ganador de Grandes, al que pudimos ver muy relajado después de haberse pasado una larga temporada sin tocar un palo.
Y es que después de la cita en Pebble Beach el americano hizo las maletas y se marchó con su novia, sus hijos y su madre a Tailandia, donde ha estado hasta hace unos pocos días. De hecho, Tiger vio por primera vez el campo el pasado domingo, cuando jugó 18 hoyos junto a Patrick Reed. Aunque no ha sido la única vez que ha pisado Royal Portrush. El lunes completó una ronda con Dustin Johnson y Rickie Fowler y este martes jugó siete hoyos y tuvo una sesión ligera de entrenamiento junto al entrenador Matt Killen.
Un ritmo de juego que muchos no terminan de entender pero al que el propio Woods otorga mucha importancia de cara al futuro. “El año pasado jugué demasiado”, reconoció. “Muchos de esos 17 torneos los jugué porque lo necesitaba para clasificarme para diferentes eventos. Este año he sido consciente de que el gran esfuerzo ya estaba hecho y que tenía que dosificarme. Quiero formar parte del máximo nivel todo lo que pueda y hay que entender que si juego mucho no podré estar por aquí por mucho tiempo”, sentenció.