No todo iba a ser un camino de rosas en su vuelta a los terrenos de juego. Más de una vez a Tiger (72 golpes, -4) le va a tocar lidiar con una ronda como la que vimos este viernes en Bay Hill, con un escaso acierto en los metros finales y teniendo que dar el cien por cien para poder sacar un par. Y es que las cosas no pintaban bien desde el prinipio después de que el norteamericano finalizara con bogey su primera bandera del día.
Una escapada tremenda a la parte izquierda de la calle y un hierro con poco tino que le dejó una oportunidad muy lejana de salvar el cuatro fue la carta de presentación del estadounidense en este inicio de viernes en el Arnold Palmer Invitational, que contró con una amplia represencación de estadounideses en el Top 20 -además de Woods, que en estos momentos ocupa el T17-.
Pero vayamos al meollo del asunto. El bogey descentró los planes iniciales del ex número 1 del mundo, que veía cómo los primeros clasificados se iban escapando mientras que a él le costaba un mundo generar oportunidades claras de birdie. Y las cosas se torcieron todavía más con el segundo bogey del día, en el hoyo 9, tras tripatear. +2 en nueve hoyos y Tiger necesitaba una reacción, que llegaría en las segundas nueve banderas.
El norteamericano cambió el chip y, si bien es cierto que las oportunidades por debajo de los diez pies brillaban por su ausencia, tuvo el empaque para convertir dos y colocar el Even en su cartulina en un día que tenía muy mala pinta. Aun así se queda a siete golpes de Henrik Stenson (69 golpes, -11) y Bryson DeChambeau (66 golpes, -11), que dominan sobre Bay Hill llegado el ecuador del evento y que compartirán el partido más destacado en esta jornada del movimiento.