Triste domingo se avecina para los incrédulos: Tiger Woods resucitó en Bay Hill o este campo le resucita. Tanto monta. Después de 54 hoyos, el estadounidense, de 36 años, lidera en solitario el Arnold Palmer Invitational, con un golpe de ventaja sobre el norirlandés Graeme McDowell y dos sobre el surafricano Ernie Els y el inglés Ian Poulter.
Tiger se asoma a una victoria en el PGA Tour después de dos años y medio de sequía, y en un campo en donde ya ha ganado en seis ocasiones. La noticia, de producirse, dará la vuelta al mundo. Nunca un premio en metálico por ganar (1.080.000 dólares) quedó en un segundo plano.
El 13 de septiembre de 2009 (Campeonato BMW) la maquinaria de ganar títulos se detuvo para el californiano. Después, el carrusel de las vicisitudes tampoco paró: lesiones, infidelidades, escándalos, divorcio, rupturas… El aura omnipotente de antaño se oxidó, y Tiger cedió terreno en las listas del golf mundial. Hasta que un rayo de luz sobrevino, el 4 de diciembre de 2011, al ganar Tiger el oficioso y reservado (20 jugadores) Chevron World Challenge.
La temporada 2012, la esperada por sus millones de fans en todo el mundo, comenzó con buenos augurios (líder a falta de una ronda en Abu Dabi) hasta su reciente lesión en el tendón de Aquiles. Fue un espejismo, pues a dos semanas del Masters de Augusta Woods ya tiene al alcance y desde el liderato obtener su séptimo entorchado en Bay Hill y retornar por el camino del triunfo a los puestos de vanguardia de las listas mundiales.
En 2001 y 2002 ganó en este campo y poco después se enfundó la Chaqueta Verde. Dieciocho hoyos más y conoceremos si esa historia cumple su primera pieza: ganar en Bay Hill para sumar el título 98 en su palmarés, 72 en el PGA Tour.
Tiger conserva un récord de 32 victorias y dos derrotas cuando partió como líder para la última ronda de un torneo. La serie se cerró precisamente con su última victoria (septiembre de 2009).
La jornada fue poco proclive al lucimiento, por las lluvias nocturnas y un campo lento. Tiger firmó 71 golpes (-1), como McDowell. Un doble ‘bogey’ un ‘bogey’ en el tramo final restaron potencial al liderato del estadounidense.
El coreano Wi, que partió junto a Tiger, se estrelló con 76, y solo Poulter (68) y Ernie Els (67) recuperaron terreno con rondas de mérito.
Sergio García se apagó (75 golpes) y ojo con el surafricano Els, pues busca una plaza para el Masters de Augusta, aunque para ello tenga que destrozar la bonita historia de Tiger Woods que, sin duda, llegaría a todos los rincones del planeta.