Siéntense y disfruten, porque Tiger Woods (65 golpes,-5) ha llegado a tiempo a “su” torneo y peleará este fin de semana por hacerse con el tercer National en sus vitrinas. Y es que el californiano, que en los primeros compases del evento se mostró dubitativo con el nuevo putter, se ha desquitado a base de bien en estos segundos 18 hoyos y ha ido escalando puestos hasta situarse con todo merecimiento en el T11 que ocupa en la actualidad.
Ni más ni menos que dos golpes respecto al resto de jugadores sobre el campo logró ganar el estadounidense con su nueva herramienta en los greenes, unas estadísticas avaladas después de lograr siete birdies y solo dos bogeys en las segundas 18 banderas. Desde distancias cortas, desde medias e incluso desde largas -no hay más que ver el genial chip en el 18 con 25 metros de por medio-, no hubo nada que se le resistiera al norteamericano.
Tiger Woods puso patas arriba al público con este grandioso chip que fue directo al agujero
Porque a pesar de que de la primera parte de recorrido se despidiera con una montaña rusa de sensaciones con cuatro birdies y dos bogeys, los tres aciertos sin error de las tres últimas banderas ejercieron de puente directo para que se instalara a solo cuatro impactos de Beau Hossler (66 golpes, -9), Ryan Armour (65 golpes, -9) y Brian Gay (64 golpes, -9), líderes llegados el ecuador del evento.
Aunque, eso sí, no hay que descuidar los números que tienen a estas alturas de la película tanto Francesco Molinari (65 golpes, -8) como Billy Horschel (68 golpes, -8), los máximos perseguidores. El italiano de hecho, que ha preferido competir esta semana sobre la hierba del TPC Potomac a participar en el Open de Francia, ha sido uno de los grandes nombres del viernes después de una cartulina con cinco birdies sin errores y si nadie lo remedia será uno de los contrincantes con quien deberá pelear Woods para volver a la senda victoriosa en el circuito.
En el Lincoln Land Championship del Web dot com Samuel de Val no ha podido darse una oportunidad de pelear por quedarse en el torneo y se marcha a casa con las manos vacías en uno de los últimos lugares de la clasificación.