Esta vez el putter no acompañó y Sergio García (72 golpes, Par) abandona la zona de privilegio que con tanto esfuerzo se encargó de conquistar en su debut en un Valspar Championship que tiene un nombre propio: Tiger Woods (68 golpes, -4). Y es que el californiano no solo logró continuar el frenético ritmo que se impuso en los primeros 18 hoyos, sino que mejoró la vuelta inicial y se encuentra en estos momentos segundo, a solo dos impactos del canadiense Corey Conners (69 golpes, -6), líder en solitario del evento. Aunque vayamos por partes.
Por encima del par finalizó Sergio su aventura en el segundo día de competición sobre la hierba del Innisbrook Resort de Palm Harbor (Florida). Y eso que comenzó muy bien con un birdie en el 1 después de un hoyo jugado a las mil maravillas del que a punto estuvo de salir con eagle. Pero esto, en lugar de espolearle, le frenó en seco -y más aún después del dolorosísimo bogey en el 2 tras haber gozado de una oportunidad de birdie desde unos cuatro metros-.
A partir de entonces su mueca se torció y, aunque siguió dejándose más chances de restarle golpes al campo, no se produjo ninguna variación hasta el 11, momento en el que volvió a anotar un birdie en su cartulina con el que seguía en la zona alta. Pero el de Borriol no pudo cosechar más aciertos y, por el contrario, dos bogeys en el 13 y el 18 le trasladan hasta el T30 y ve alejarse a cuatro impactos el vagón de cabeza.
El que sí que se ha cogido billete para el vagón delantero es Tiger, que sigue yendo a más conforme pasan los días. Y a las pruebas nos remitimos. El ex número 1 del mundo selló una grandísima vuelta con cuatro birdies y tan solo un fallo y comparte el segundo escalón del podio con otros cuatro golfistas para mandar un serio aviso a navegantes.
La sorpresa de la semana la han protagonizado -para mal- tanto Jordan Spieth (71 golpes, +5) como Rory McIlroy (73 golpes, +5), que no han podido remontar el vuelo y se despiden del torneo a las primeras de cambio.