Poco le importó a Tiger (67 golpes, -19) que Matsuyama (67 golpes, -16) se colocara a sólo dos golpes con todavía seis hoyos por disputar de la última jornada del ZOZO Championship. El bogey del californiano en su primer encuentro con el campo una vez que se reanudó el juego tras la suspensión vivida hace 24 horas no hizo más que darle algo de emoción a un final de campeonato que ya tenía el cartel de finalizado desde hacía muchas horas como consecuencia del gran nivel demostrado por el ex número 1 del mundo.
A pesar del apoyo del público japonés hacia su jugador -y pese a lo que se podría suponer viendo la tabla-, las seis banderas finales se acabaron disputando sin que el americano le abriera la puerta al asiático ni tan siquiera un poco. De hecho, Tiger no hizo más que aprovechar los dos pares 5 que le restaban hasta el final y esperó el error de su compañero de partido, que llegó en el momento que dejó con vida tanto al hoyo 14 como al 18.
Poco importó que Matsuyama volviera a estrechar la diferencia a dos impactos tras el birdie del par 3 del 16. Y es que Tiger lo tenía todo bajo control en una semana que le ha visto lograr un récord para el que muchos decían que ya no estaba capacitado: igualar las victorias de Sam Snead (82) para convertirse en uno de los dos jugadores con más triunfos de la historia del PGA Tour. Y no sólo eso. Coloca la primera victoria del curso y eleva a tres las temporadas consecutivas en las que se ha hecho con al menos un campeonato. El estadounidense no conoce límites y estamos ansiosos por ver cómo continúa la historia.
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