Tiger Woods, de 37 años, acaricia su victoria nº75 en el PGA Tour. Lidera con claridad el Farmers Insurance Open después de 61 hoyos. Lleva 6 golpes de ventaja sobre Brandt Snedeker y Nick Watney, aunque la cuarta ronda comenzó pero se suspendió por falta de luz. El torneo quedará rematado el lunes por la mañana (tarde-noche en España).
Wood (Chris) ganó en Catar y Woods (Tiger) se viste de rojo cereza con muchas posibilidades de ganar otra vez, aunque un lunes, en Torrey Pines.
Hace casi 5 años, en junio de 2008, Tiger abandonó este campo en La Jolla (California) cojeando pero con el título del Open USA en el bolsillo. Fue su último Grande. El tiempo, juez implacable, ha devuelto al jugador californiano, ahora el segundo del ránking mundial, la posibilidad de ganar una vez más -serían 8 veces como profesional- en este campo, su santuario más importante quizá junto con Bay Hill y el Augusta National.
Este torneo lo ha ganado seis veces -cuatro seguidas (2005 a 2008) y también en 2000 y 2003-. El estadounidense va camino del séptimo entorchado.
La niebla que anuló la jornada del sábado se disipó y Tiger aceleró el domingo con buen juego: 69 golpes y -14 en el acumulado. Después, jugó 7 hoyos más, con 3 abajo para -17.
Con su liderato después de tres rondas, Woods rescata las cifras: nunca perdió en este campo cuando partió para la última ronda desde el liderato y podría conseguir su título número 75 en el PGA Tour desde el último conseguido el 1 de julio en el AT&T.