Tiger Woods se marchó a casa antes de lo que preveía en el PGA Championship después de un desastroso comienzo en la segunda jornada del segundo Grande del año en el que anotaba triplebogey-bogey-triplebogey, entre el 2 y el 4 del Valhalla Golf Club. Lo que le llevó a entregar una tarjeta de +6 ese día y no poder superar el corte por ocho golpes.
«Desafortunadamente, mi resultado (179 golpes, +7 en el acumulado) no indican cómo me trató la gente ni la tan buena semana que tuve. Desafortunadamente, hice demasiados golpes», dijo Woods. «Necesito jugar más», agregaba el poseedor de 15 Grandes.
Este corte fallido del californiano extendió una racha de finales difíciles desde que regresara a la competición en 2022 tras una grave lesión en la pierna derecha a consecuencia de un accidente de tráfico. En seis apariciones, falló dos cortes, se retiró dos veces y terminó no mejor que el puesto 47.
«Espero que de alguna manera todo salga bien en mis sesiones de práctica en casa y estaré listo para Pinehurst», añadía Tiger quién tiene previsto jugar el US Open el próximo mes de junio.
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