En plena vorágine de sorteos, emparejamientos y demás historias relacionadas con el WGC-Match Play, una de las semanas grandes del circuito en sus primeros compases del año, no hay que olvidar que cada vez vamos teniendo más cerca esa gran cita marcada en rojo por todos los amantes de este deporte: el Masters de Augusta. Del 6 al 9 de abril los mejores jugadores del mundo se citarán en el Augusta National de Georgia por ganarse un hueco en la historia del Golf. Y, claro, numerosas preguntas asaltan a cualquiera que haya seguido de cerca los últimos acontecimientos.
¿Será capaz Jordan Spieth de sobreponerse al tremendo varapalo que le supuso ahogarse con un cuádruplebogey en el hoyo 12 de la edición pasada? ¿Podrá Dustin Johnson seguir manejando con mano de hierro los torneos importantes? ¿Estará Tiger? Así es. A escasas dos semanas para que todos los jugadores acudan a preparar su participación en Georgia y seguimos sin conocer si el 14 veces campeón de Majors formará parte del selecto grupo que participará en el evento para sumar su quinta Chaqueta Verde –la última data de 2005, cuando aventajó en tres golpes a su compatriota Chris DiMarco para tomar el relevo de Phil Mickelson como campeón-.
Y es que desde que se despidiera prematuramente del Omega Dubai Desert Classic de comienzos de febrero aquejado de unos espasmos en la espalda, Tiger no había vuelto a ofrecer declaraciones en los medios de comunicación… hasta hace unas horas. Aprovechando la publicación de su nuevo libro en el que relata su victoria en el Masters de Augusta de 1997, su primer Grande con apenas 21 años, apareció en la emisión del lunes del programa de la ABC “Good Morning America” y se sometió a las preguntas del periodista Michael Strahan.
El veterano reportero quiso indagar más en una cuestión que es casi un tema de estado para los norteamericanos: “¿Estará Tiger en el Masters?”. “Espero que sí. Lo estoy intentando”, comentó serio el californiano. “Estoy tratando de que todo sea fiable para volver a la competición”, sentenció. Y es que el exnúmero 1 del mundo quiso salir al paso de los rumores que hablaban de que no se encontraba preparado para afrontar con garantías el primer gran torneo desde su interrumpida vuelta. “Mi cabeza está preparada. Solo falta por ver si mi cuerpo está dispuesto a acompañarla”. Unas palabras que ni confirman ni desmienten su presencia sobre el campo.