Apuntaba maneras después de ganar tres US Open Amateur antes de saltar al mundo profesional, pero pocos esperaban en 1996 que ese chaval de raza negra en un deporte dominado por blancos fuera a lograr lo que ha conseguido 23 años después: ser considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. 15 triunfos en los Majors -a sólo tres del récord de Nicklaus- y 82 victorias en el PGA Tour -la última en el ZOZO Championship japonés- avalan la trayectoria de un jugador único que ha resurgido de las cenizas como el Ave Fénix después de vivir un auténtico calvario con las lesiones.
Y es que a estas alturas muchos se preguntan qué hubiera pasado si el californiano no se hubiera visto tan lastrado por su maltrecha espalda. ¿Estaría cerca de las cien? ¿Habría podido dar caza ya al Oso Dorado? Sea como fuere, esta semana es una semana de celebración en todos los sentidos. Tanto los fans de Tiger como los aficionados al Golf en general tenemos que aplaudir ante la consecución de un hito que muchos veíamos imposible ni tan siquiera igualar. Pues bien. No sólo Woods ha conseguido empatarlo, sino que ahora va a tener muchos torneos para intentar ser el mejor de todos los tiempos en el mejor circuito del mundo.