La enorme jornada de golf vivida hace unas horas en el Augusta National ha sido un recuerdo imborrable que perdurará en la memoria colectiva durante años. Más que por el final -que también-, por el hecho de volver a ver reinar en el icónico complejo de Georgia a uno de los mejores jugadores de toda la historia. Tiger Woods, que ya avisaba a comienzos de semana que tenía en su cabeza “una pequeña biblioteca sobre cómo jugar en este campo” se aprovechó de un domingo aciago para sus compañeros de partido para dar un golpe encima de la mesa.
Y es que su sola presencia sigue imponiendo respeto a pesar de que ha rebasado la cuarentena. Los títulos le avalan y ya demostró que estaba en el camino correcto cuando en septiembre del año pasado salió victorioso del Tour Championship. Unas sensaciones que se confirmaron en la cuarta ronda del Masters de Augusta en un final vibrante que a buen seguro contentó a todos los aficionados de este deporte. “Ya sé por qué me estoy quedando calvo”, comentó entre risas el californiano en la rueda de prensa posterior a que Patrick Reed le enfundara su quinta Chaqueta Verde.
“Soy consciente de que el cuerpo no es el mismo del de hace veinte años, pero todavía sigo conservando buenas manos”, continuó el estadounidense, quien le brindó el título a Sam y a Charlie -sus hijos- después de no haberlo podido hacer en el pasado The Open. “Estuvieron conmigo en el British. En los últimos nueve hoyos compartía el liderato y entonces cometí algunos errores que me costaron la posibilidad de llevarme el torneo. No iba a dejar que eso me sucediera dos veces”.
Una situación que también había vivido en el año 2005 con Chris DiMarco, al que aventajaba en dos impactos a falta de dos hoyos para la conclusión y en los que se acabó anotando dos bogeys que le obligarían a salir al desempate: “Me repetí a mí mismo una y otra vez en ese golpe de salida en el 17 que ya había estado en esa misma situación. Pensé que teníamos que tirar hacia adelante y colocar esa bola en mitad de la calle… y lo hice”, sentenció. Un triunfo que le acerca a los 18 Grandes de Nicklaus, aunque intente no hablar mucho de ello: “No he tenido tiempo para pensar en eso todavía. De momento, estoy disfrutando del número 15”.