Tiger Woods perdió el corte por mucho en el primer torneo donde el californiano reapareció después de casi cuatro meses lesionado. Algo que muchos esperábamos por su lógica ya que el objetivo del exnúmero uno es estar a punto para el próximo Open Championship, tercer Grande de la temporada, tras perderse los dos primeros.
Tiger acabó la segunda ronda del Quicken Loans National en el Congressional Country Club con 75 golpes, uno más que el día anterior por lo que el +7 de su casillero lo dejó a cuatro de poder disputar el fin de semana.
«Creo que la parte más difícil fue coger el ritmo de competición», dijo Woods el jueves al finalizar la primera ronda. «No es lo mismo jugar con tus amigos que disputar un torneo de alto nivel, no es lo mismo. La adrenalina está a flor de piel lo que hace que golpee la bola más lejos aquí de lo que la golpeo en casa.»
Woods tuvo su peor momento entre el 11 y el 14 cuando encadenó cuadro bogeys de forma consecutiva. Antes había cometido un doblebogey (5) y otro bogey (8). Los aciertos en forma de birdies quedaron resumidos en tres y los greens cazados en regulación fueron los mismos que el día anterior, diez.