Tiger Woods no sumó un buen resultado en la segunda ronda del The Tour (3 arriba), pero dio golpes geniales. En uno de ellos, aunque salvando las distancias, emuló al gran Seve Ballesteros.
En el hoyo 14, una mala salida le llevó a un rincón comprometido del campo. La bola, escondida en el ‘rough’. El ‘green’, a otro lado de un estrecho pasillo de árboles y público. Tiger preparó su disparo, con la intención de aterrizar en el techo de una de las carpas. El golpe resultó un éxito. Cosas así demuestran el talento de Tiger, aunque en este tipo de habilidades aún no ha nacido un jugador como el cántabro Ballesteros.






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