Quizá sea el menos culpable de todos, pero la derrota de Estados Unidos ante Europa el pasado domingo sobre la hierba del Marco Simone romano ha dejado tocado y hundido a Zach Johnson. El golfista de Iowa no quiso poner paños calientes al triunfo del viejo continente por 16,5 a 11,5 e incluso calificó la victoria del viejo continente como “clara y merecida”, pero sus días al frente al Team USA han tocado a su fin. Es por esto que desde el otro lado del Atlántico se empiezan a hacer cábalas con su sustituto.
Una decisión en la que hay un nombre que empieza a sonar con fuerza después del descalabro vivido en la capital italiana: Tiger Woods. El californiano, que ejerció como capitán en la Presidents Cup de 2019 y como vicecapitán en la Ryder Cup celebrada en 2018 en París -una labor que ha seguido desempeñando, aunque sin nombramiento, tanto en Whistling Straits como en Roma– es el nombre elegido por la PGA de América para ponerse al frente de un combinado de golfistas en el que la unión se ha puesto en entredicho en varias ocasiones.
Y es que, si bien es cierto que la opción del quince veces ganador de Majors como puntal para Bethpage comenzó a fraguarse hace ya un año -máxime cuando Phil Mickelson decidió despedirse por la puerta de atrás del PGA Tour-, en las altas esferas se empieza a sondear la posibilidad de que su elección lleve aparejada una continuidad hasta la Ryder Cup de 2027, donde la competición volverá a tierras británicas para visitar el Adare Manor irlandés.
Todo dependerá de las conversaciones que se iniciarán a final de año en la que estarán presentes el propio Zach Johnson, Jordan Spieth y Justin Thomas, además del presidente de la PGA de América, John Lindert, el vicepresidente Don Rea y el director ejecutivo Seth Waugh. ¿La decisión final? El Team USA suele anunciarlo alrededor de febrero, pero no nos extrañaría nada si esta vez se retrasara.
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