Ronda radicalmente opuesta la vivida este sábado por Jon Rahm (74 golpes, -9) en relación a lo acontecido en East Lake el pasado viernes. Y es que el vizcaíno, aunque es cierto que logró un tempranero birdie en el 5 que le permitió igualar de nuevo a Dustin Johnson (70 golpes, -13) en lo más alto del campeonato, cuajó unos diez últimos hoyos para olvidar que le han obligado a situarse en estos momentos por debajo de los diez impactos en negativo y a ocupar un quinto puesto que le impedirá ser partícipe el domingo del encuentro estelar.
Todo por culpa de una parte final de día en la que los aciertos desaparecieron por completo de su cartulina y le obligaron a aguantar las embestidas del campo como buenamente pudo. Rahm salió con bogey del hoyo 10, así como en el 11 y en el 16. Además, añadió un doblebogey en el siempre complicado par 3 del 15 después de irse al agua en su primera tentativa desde el tee con el que selló el cuatro sobre par en la ronda que lo sitúan a dos de un podio en el que se mantiene Dustin Johnson, quien mantiene el liderato tras un día con cuatro birdies y otros tantos bogeys.
Esta vez Rahm no estuvo fino con el putter en las manos. Todo lo que el viernes parecía convertir en oro, en esta ocasión no encontraba el camino del agujero, lo que le acabó perjudicando enormemente en algunas fases de la ronda. Unas veces por encontrarse lejos de la bandera, otras por no atinar todo lo que debería le dejan, cuando hemos llegado al ecuador del campeonato -cabe recordar que este último evento del curso finaliza el lunes– con la obligación de volver a ponerse la capa de remontada si quiere convertirse en el primer español en triunfar en la orden del mérito estadounidense.
Para ello, además de controlar a DJ, deberá frenar las embestidas de un Sungjae Im (64 golpes, -12) que en estos momentos es el jugador que con más fuerza viene después de una segunda ronda en la que siete birdies y sólo un error le han situado a sólo uno de Johnson. Ya ven: todo por decidir cuando todavía restan 36 hoyos de campeonato.