¡Toca sufrir! Jon Rahm comprobó de primera mano la tremenda rapidez de los greenes de Oakmont

El vizcaíno vio cómo, tras patear, su bola emprendía un viaje de no regreso hasta unos cuantos metros más allá desde donde golpeó

Si alguno se había quedado con la dificultad que entrañará para los jugadores el espeso rough que se van a encontrar en el Oakmont Country Club, lo de los greenes es cosa aparte. Y es que estos se encuentran afilados como cristales, tal y como puede comprobarse en el siguiente vídeo en el que Jon Rahm comprueba de primera mano dónde puede acabar una bola si le da por meterse de lleno en uno de esos desniveles que pueblan el recorrido del complejo de Pensilvania.

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