Simpática anécdota que tuvo lugar este miércoles durante el Pro-Am del Memorial y que tuvo como protagonistas a una niña y a Tiger Woods. Todo empezó en un rough cercano a green con el californiano pensando el golpe que iba a llevar a cabo. Entonces, cuando el silencio podía cortarse con cuchillo, un comentario le hizo esbozar una sonrisa al ex número uno del mundo. “Hi, Tiger” pronunció una niña ante las carcajadas de los presentes.
El caso es que el jugador realizó un Flop Shot de película para mandar la bola al fondo del agujero y, acto seguido, su mirada se dirigió a la niña para dedicarle el disparo. Y no solo eso, sino que recogió la bola del hoyo y se la dio en señal de gratitud. Un regalo que no olvidará nunca.