Ahora que se ha acabado la temporada de Majors ya somos capaces de emitir una valoración sobre lo que ha dado de sí el curso y las curiosidades que nos ha dejado este gran 2017 para los intereses españoles. Y, claro, en este maremágnum de datos es inevitable no quedarnos con una anécdota que tiene a su protagonista en plena depresión desde que se confirmara el triunfo de Justin Thomas en Quail Hollow. No porque le tenga animadversión al jugador de Louisville, nada de eso. Sino porque con él acertó en una apuesta tres de los cuatro ganadores de Grandes, quedándose a las puertas de un jugoso premio.
Y es que quién le iba a decir al londinense Jordan Baker allá por el mes de abril que iba a estar a solo un nombre de embolsarse la friolera de dos millones de libras -con lo difícil que es acertar uno solo de los ganadores-. Pero así es. Y lo mejor de todo es que fue narrándolo a tiempo real a través de su perfil de Twitter conforme iban llegando los torneos importantes. Comenzó con Sergio García en Augusta –una cuota de 40 libras por cada libra apostada- y siguió solo dos meses después con la sorpresa protagonizada por Brooks Koepka en Erin Hills –80 libras por cada libra apostada-.
En ese momento, Baker se vino arriba. “¿Tenéis miedo?”, le escribió en un mensaje a la casa de apuestas donde había realizado el pronóstico, al mismo tiempo que les adjuntaba una fotografía del boleto en cuestión. Pero todo se vino abajo la semana de Royal Birkdale. Para el tercer Major del año designó, en lugar de a Jordan Spieth, a su compatriota Rickie Fowler, quien finalizó en el T22. Así pues, se quedó sin posibilidades de ser millonario. Aunque lo mejor estaba por llegar.
Justin Thomas era su ganador para el PGA Championship, un torneo que no lideró hasta los últimos momentos. De hecho, al finalizar la tercera jornada, al ver que comenzaba a coger peso la opción del joven golfista como nuevo poseedor del trofeo Wanamaker, su TimeLine se llenó de comentarios jocosos. Del “si JT gana me tiraré de un avión sin paracaídas” hasta llegar al “me estoy poniendo enfermo” cuando el de Kentucky consiguió avanzar a la primera plaza.
Baker fue uno de los nombres de la noche en las redes sociales, mal que le pesara. Y es que las dos libras invertidas en la apuesta combinada se podrían haber convertido en 224.000 libras si llega a obviar al texano, que tampoco hubiese estado mal.