Definitivamente no ha sido la semana del golfista vasco que, tras pasar a duras penas el corte del viernes en el Barracuda Championship, este sábado no ha podido transitar más allá de los 4 puntos stableford después de sus terceros 18 hoyos disputados y ha sido apeado del campeonato tras el segundo corte.
Jon Rahm (11) comenzó muy fuerte con un birdie en su primera bandera, calcando el resultado de la jornada de ayer. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que hoy iba a vivir su particular día de la marmota con un bogey en el 6, hecho que se unió en la parte final de su ronda a tres bogeys consecutivos que le impidieron optar a salir el domingo sobre la hierba del Montreux G&CC.
El español fue capaz de lo mejor y de lo peor en los siete hoyos finales. Capaz de hacer que a su putter le echara humo después de embocar dos golpes desde cinco metros y seis metros y medio, respectivamente, para después no encontrar ni siquiera el green para dejarse alguna mínima esperanza de remontar el vuelo en la tabla de clasificación y alcanzar los 12 puntos que le hubieran supuesto estar en Nevada hasta el final del torneo.
Los bogeys consecutivos en los hoyos 16, 17 y 18 le hicieron marcharse a Casa Club con muchas inseguridades y, lo que es peor, con tres puntos menos que le hubieran hecho estar más cerca de los mejores jugadores de torneo. El euskaldun, como sucedió el viernes, volvía a estar al filo de la navaja, pero esta vez salió cruz y se despide del Barracuda después de no haber podido demostrar todo el golf que atesora.
Por la parte de arriba de la tabla domina el australiano Greg Chalmers (39), que en la ronda sabatina ha sido una auténtica máquina de convertir birdies. Hasta ocho realizó el aussie –cinco de ellos en sus seis últimas banderas-, para coger un cómodo colchón de seis puntos respecto a los estadounidenses Ben Martin (33) y Gary Woodland (33), sus grandes perseguidores.