Tan solo contamos con un miembro de la Armada en esta parte final del South African Open y lo cierto es que, como ya comentamos la pasada semana en Mauricio, tampoco en esta ocasión el evento disputado en el país africano pasará a los anales de la historia del Golf español. Y es que Alejandro Cañizares (75 golpes, +1), que consiguió la proeza de colarse en los últimos 36 hoyos del campeonato, ha acabado pagando la penitencia en una jornada del movimiento especialmente dura para la mayoría de jugadores que saltó sobre la hierba del Firethorn del Randpark GC.
El madrileño, que iniciaba el día entre los 40 mejores clasificados del evento, cuajó de largo su peor ronda desde que consiguiera volver al mejor circuito del viejo continente y se despidió con un cuatro sobre par que le ha hecho descender hasta el T64, prácticamente en las últimas posiciones de entre aquellos que todavía están activos en el evento. Y es que a unos nueve primeros hoyos en los que cuajó tres bogeys sin aciertos le siguió una segunda parte de recorrido en la que solo un birdie pudo contrarrestar los efectos de los dos errores anotados en su cartulina.
Así pues, alcanzar la parte alta del torneo se antoja poco más que una misión imposible y el domingo servirá únicamente para que pueda despedirse con un buen sabor de boca que le permita afrontar con garantías dentro de unos días el Alfred Dunhill, último torneo del 2018 antes de las vacaciones de Navidad. Los que sí que lucharán por la victoria serán dos de los grandes favoritos a comienzos de semana: los locales Louis Oosthuizen (67 golpes, -14) y Charl Schwartzel (72 golpes, -11), que partirán en los dos partidos destacados del domingo para tratar de hacerse con el triunfo en casa.