Tras unas semanas de hard rock en la LPGA, con las mejores golfistas del mundo batiéndose en duelo torneo tras torneo y sin dejar nada a la improvisación, vuelve la calma al circuito femenino –al menos de momento, pues la próxima semana tendremos el segundo Major en 15 días con la visita a Bedminster (Nueva Jersey) para la disputa del US Women’s Open-. Y en estas que una integrante de la Armada quiere aprovechar para rascar dólares en su intento por renovar la tarjeta del circuito una temporada más.
Se trata de María Parra (75 golpes, +3), aunque no lo va a tener nada fácil esta semana a tenor de lo visto en la jornada del jueves sobre la hierba del Thornberry Creek. Y mucho menos si no consigue mantener la concentración en los primeros compases de la jornada, una desconexión que puede enviarte a casa en menos que canta un gallo. A las pruebas nos remitimos. La jugadora andaluza cometió cuatro bogeys en sus siete primeras banderas que hicieron muy difícil cualquier atisbo de remontada. Al final, tres sobre par en la tarjeta y a cuatro impactos de un eventual corte.
Algo mejor le van las cosas a la surcoreana Sei Young Kim (65 golpes, -7) y a la belga de origen colombiano Laura González-Escallón (65 golpes, -7), quienes comandan el Thornberry Creek tras las primeras horas de evento, una proeza lograda gracias a siete birdies sin errores la europea y ocho birdies y un error la asiática.
Ambas se sitúan un golpe por encima de la estadounidense Madeleine Sheils (66 golpes, -6) y la surcoreana Min-G Kim (66 golpes, -6) y dos por encima de la dupla tailandesa Moriya Jutanugarn (67 golpes, -5) y Pornanong Phatlum (67 golpes, -5). Esperemos que Parra se recupere de este duro día y enfoque el objetivo, que no es otro que estar el fin de semana en la pelea por el torneo.