Difícil sí, pero no imposible. Jon Rahm (71 golpes, -9) no ha podido aguantar el liderato con el que llegaba a la jornada del movimiento y necesitará remontar si quiere ver por primera vez la rojigualda al lado del nombre de un campeón de un evento de los PlayOff de la FedEx Cup. El vizcaíno, que comenzó su ronda de una manera inmejorable, no pudo seguir el guion previsto en los últimos nueve hoyos y acabó deslizándose poco a poco hasta la séptima posición que ocupa en la actualidad, a tres impactos de Justin Thomas (63 golpes, -12) y Marc Leishman (65 golpes, -12), dominadores de la prueba.
Y eso que el León de Barrika hizo méritos más que suficientes en la primera parte del recorrido para situarse más cerca del podio al término de la jornada, pero el dos bajo par conseguido en las nueve primeras banderas fue contrarrestado por el dos sobre par en las nueve segundas, en una sucesión de errores con el putt que provocaron que el principal candidato a la victoria hace solo 24 horas se encuentre en estos momentos en el vagón de los que deberán realizar méritos desde atrás para desbancar a los que comandan la clasificación.
Eso sí, que no cunda el pánico. El deportista vasco ya nos ha demostrado en muchas ocasiones de lo que es capaz y que a nadie le quepa duda de que el lunes sacará los dientes desde el inicio para pelear por algo que ningún otro español ha logrado antes. Pero Rahm no es el único integrante de la Armada que tiene entre ceja y ceja un objetivo. Rafa Cabrera-Bello (72 golpes, -1) sigue demostrando que quiere estar dentro de dos semanas en el BMW –en estos momentos estaría dentro de los 70 mejores de la FedEx-, a pesar de que este domingo no pudo restarle golpes al campo.
El jugador grancanario, que comenzó su vuelta con dos birdies y un bogey en los siete primeros hoyos, se vio perjudicado por sus lejanas oportunidades de birdie y por el doblebogey del 14, que le hizo entregar una cartulina por encima del par del campo. Aun así, ocupa el T32 y una ronda bajo par le podría servir para cumplir el objetivo marcado a comienzos de la semana.
El que no estará muy contento con su actuación es Sergio García (75 golpes, +2), que está yendo de más a menos conforme van pasando los hoyos. De hecho, el putter acabó desesperando en este tercer día al castellonense, que en un gesto de rabia en el hoyo 4 acabó golpeándolo contra un aspersor hasta dejarlo inservible para el resto de la jornada. Cuatro sobre par este domingo y el último ganador de la Chaqueta Verde que se va hasta el T53, muy lejos de vagón de cabeza.