Se ha puesto el torneo muy pero que muy difícil para los intereses del único español que salía este jueves al tee del RBC Heritage que se disputa en Carolina del Sur. Y es que Rafa Cabrera-Bello (74 golpes, +3) ha vivido, al igual que le sucediera la pasada semanas durante el Masters, un inicio muy intermitente y se deja una complicada papeleta si quiere aspirar a superar el corte del evento.
Lo cierto es que el español no fue ni de lejos el peor jugador que realizó su recorrido por el renovado Harbour Town, pero tampoco destacó en ninguna estadística. 50 por ciento de calles cogidas, 50 por ciento de greenes en regulación y un -0.44 golpes con el putter en relación al resto de jugadores.
Y quizá sea este el gran pero que se le puede poner al canario. No porque pateara mal, sino porque no supo sacarle rédito a los hierros y se acabó dejando oportunidades muy lejanas de birdie que le acabaron pesando en el zurrón de golpes.
De hecho, desde bien temprano tuvo que lidiar con los problemas. Estaba en su segunda bandera del día cuando un mal contacto en la salida acabó siendo una rémora durante todo el hoyo, de donde salió con doblebogey. Pese al contratiempo, el español siguió luchando contra viento y marea e incluso consiguió embocar un putt desde unos diez metros en el 13 –salió desde el 10- para bajar a +1 su casillero. Pero ni siquiera un nuevo birdie en el 5 pudo evitar el amargo final.
Tres bogeys en los cuatro últimos hoyos del día y el deportista isleño que ve alejarse en tres impactos al grupo que accedería al fin de semana, unos guarismos que se incrementan en once si lo que queremos es buscar al líder tras la primera jornada de torneo.
Se trata del estadounidense Bud Cauley (63 golpes, -8), quien con ocho birdies sin fallo fue capaz de imponerse al sempiterno Luke Donald (65 golpes, -6) –el inglés ha mantenido a lo largo del tiempo una relación especial con este campo- y al canadiense Graham DeLaet (65 golpes, -6) en el liderato del primer torneo post-Masters.