Vaya auténtico vueltón el protagonizado por Rickie Fowler en la primera jornada sobre la hierba de Erin Hills. El de Murrieta –quizá espoleado por ser en la actualidad uno de los mejores golfistas sin un Grande– cosechó un siete bajo par en su primera toma de contacto con el campo de Wisconsin, unos números que le ponen a la altura del también -7 registrado por los estadounidenses Jack Nicklaus y Tom Weiskopf en la edición de 1980 disputada en Baltusrol.
Y lo cierto es que el californiano lo hizo tranquilo, sin ninguna ansiedad. Aprovechando a la perfección sus tremendos números tanto en calles cogidas –12 de 14– como en greenes en regulación –15 de 18– para sumar siete birdies sin errores que le colocan en estos momentos como uno de los jugadores a tener en cuenta de cara a futuras rondas. Disfruten con la hazaña. No tiene desperdicio.
Recapping @RickieFowler‘s first-round 65 in under two minutes. #USOpen pic.twitter.com/jKZRUqfncw
— U.S. Open (USGA) (@usopengolf) 15 de junio de 2017