El final del torneo celebrado en Ontario fue una oda a la sorpresa continua y, por qué no decirlo, al surrealismo llevado a la máxima expresión. Y el más claro ejemplo lo vivimos en el green del hoyo 18 instantes después de que Nick Taylor embocara el extraordinario putt de veintidós metros que le permitió deshacerse de Tommy Fleetwood en el cuarto hoyo de la muerte súbita.
Y es que, en plenos festejos, al también canadiense Adam Hadwin se le ocurrió invadir el terreno de juego con botella de champán en mano para celebrar el triunfo junto a los ganadores. Después de todo, Taylor se acababa de convertir en el primer canadiense en ganar el Abierto de su país en casi setenta años -concretamente, un golfista del país de la hoja de arce no vencía desde que lo hiciera Pat Fletcher en 1954-. Sin embargo, su expresión de júbilo fue tan notoria que, cuando apenas había iniciado la carrera hacia su compatriota, fue placado por un guardia de seguridad.
El trabajador no reconoció en esos instantes de algarabía a Hadwin, que fue reducido en cuestión de segundos ante las expresiones de incredulidad de los allí presentes -incluso de Taylor y su caddie, que al percatarse de lo ocurrido acudieron a socorrerlo-. Una anécdota que propició numerosos comentarios jocosos en las redes sociales. Uno de ellos el de Jessica Hadwin, mujer del jugador, que se recreó en cómo “el láser del guardia de seguridad se había centrado en su objetivo”.
Security is TOIGHT at the Canadian Open ? pic.twitter.com/6cS38bQiYk
— Kayla Grey (@Kayla_Grey) June 11, 2023
Omg I can’t handle these different angles. The security guard’s laser focus on his target. Adam’s commitment to the giant bottle of champagne. So many things to take in with every new POV ?? https://t.co/4SlIfznmJK
— Jessica Hadwin (@jessicahadwin) June 12, 2023