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El golfista norteamericano hizo el viaje en balde desde Ecuador. Foto: @mbutta326
Toda la semana esperando poder coger el avión para enfrentarse a un torneo clasificatorio y soñar con ser parte del US Open y, cuando todo parece listo, un tercero se encarga de destrozarle los planes. No hay año que no vivamos una situación parecida alrededor del mundo, pero no por ello deja de ocurrir.
El protagonista en esta ocasión ha sido el estadounidense Michael Buttacavoli, que después de un viaje de más de nueve horas y media se ha dado de bruces con una realidad que ha terminado por desesperarle.
Este jugador, afincado en el PGA de Latinoamérica, terminó el domingo la disputa del Quito Open en la capital ecuatoriana y enseguida tomó un avión rumbo a Júpiter (Florida), donde estaba citado a partir de las 7:26 horas de la mañana junto a otros 49 jugadores en el Jupiter Hills Club para llevar a cabo las dos rondas y tratar de estar entre los tres afortunados en lograr la plaza. Sin embargo, American Airlines le tenía una sorpresa preparada.
Cuando bajaron del avión ya en Estados Unidos nadie logró encontrar el único elemento de su equipaje que tenía carácter prioritario y que no se encontraba en la cabina: su bolsa de Golf. Llamadas, Tweets, discusiones… Pero poco se pudo hacer al respecto. “Os lo agradezco American Airlines. Una sola bolsa con carácter prioritario en todo el avión y no sois capaces de encontrarla. Desafortunadamente tengo que decir adiós al evento seccional del US Open”, comentó el jugador en un mensaje a través de las redes sociales en la mañana del lunes.
El golfista de 29 años ya se había conseguido clasificar en otras tres ocasiones para los eventos seccionales –un paso más allá de los locales y la previa a poder jugar junto a los mejores-, pero nunca había podido pasar de ahí. De acuerdo con Golf Digest USA, Buttacavoli decidió no jugar con unos palos alquilados o con los de su hermano, que iba a hacerle de caddie. “Ya es un desafío suficiente tratar de clasificarse con los palos propios, como para hacerlo con otros”, confirmó al medio.
Por suerte, aunque no ha podido tenerlos para Florida, sí que podrá usar los suyos para el próximo torneo en la República Dominicana, pues la compañía consiguió localizarlos finalmente. Not bad.
