Lo intentó, pero el día no era el mejor para lograr la proeza de superar un nuevo corte en el PGA Tour. Y es que si ayer le salvó su gran actuación con los hierros, esta vez le ha faltado acierto con el putter y destreza a la hora de mantener la bola en la calle desde la salida. Gonzalo Fernández-Castaño (73 golpes, +2) se despide del Travelers después de un viernes en el que todo fue a contracorriente desde el principio –firmó un doblebogey en su primera bandera- y con el que vuelve a perder la oportunidad de quedarse en un evento hasta el final –no disputa las cuatro rondas desde el Wells Fargo de comienzos de mayo-.
El golfista madrileño salió al campo convencido de que tenía que hacer buenos los 69 golpes conseguidos ayer, pero su camino se torció desde bien temprano tras visitar dos veces consecutivas el rough del TPC River Highlands y tripatear en green, lo que le dejó el seis en este par 4. Un doloroso golpe que le acabó pasando factura hasta el punto de no firmar un birdie hasta el 13, luego de embocar un extraordinario purito desde algo más de siete metros.
De hecho, sus números con el driver tampoco fueron mucho mejores, pues los fríos datos hablan de un 28,57 por ciento de calles cogidas y un 50 por ciento de greenes en regulación, lo que finalmente ha provocado que sumara dos bogeys más, que no superara el corte y que finalizara su participación en Cromwell (Connecticut) a diez impactos del texano Jordan Spieth (69 golpes, -8), líder en solitario del evento.
El ex número 1 del mundo, serio desde los compases iniciales, fue capaz de darle la vuelta a una ronda que había iniciado con birdie-doblebogey en las cuatro primeras banderas y que supo enderezar para tener a raya a Troy Merritt (68 golpes, -7), Patrick Reed (66 golpes, -7) y a un nutrido grupo de perseguidores que esperan cualquier resbalón del que fuera Maestro para hincarle el diente al liderato.