Ayer pudo ser una de las grandes lecciones de Golf de los últimos tiempos. Cuanto todo el mundo desfallecía, cuando no había un solo jugador que decidiera atacar a la trampa planteada con alevosía por parte de la USGA, cuando nadie daba un duro porque alguien venciera a Shinnecock Hills dos días seguidos… Allí apareció Dustin Johnson. El número 1 del planeta volvió a demostrar el viernes que está a otro nivel con respecto a unos pocos jugadores y a años luz de la mayoría del Golf mundial.
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El deportista de Columbia, que comenzó su reinado hace dos años en Oakmont -desde esta fecha ha vencido hasta en ocho ocasiones, incluidos dos eventos de los PlayOff de la FedEx-, volvió a dar un golpe sobre la mesa en forma de cuatro birdies y un solitario bogey con el que se queda como único jugador en todo el torneo en números negativos. Un cuatro bajo par de otro planeta -quien haya podido ver el recorrido nos dará la razón en esto- con el que aventaja en otros cuatro golpes a Scott Piercy y Charley Hoffman, sus máximos perseguidores.
Ya sea con el drive, con los hierros o con el putter el norteamericano es a estas horas el máximo favorito para suceder a Koepka en la carrera hacia el US Open y nos hace plantearnos esta pregunta: ¿de qué planeta viniste, DJ?