Pónganse en situación, hoyo 11 de Muirfield, bandera corta, una ría que espera a esa bola ajustada y un bote de suerte para Jon Rahm. Mal se las veía el jugador vasco cuando vio la trayectoria de la pelota pero como en todo, un poquito de suerte no viene nada mal. Y es que Rahm se salvó del hazard en ese par 5 con su segundo golpe desde más de 205 metros gracias a un bote que favoreció al español y que por ello pudo conseguir el birdie, el tercero en el día.
«No, no, no, no … oh, well OK then.» – Jon Rahm (probably). #QuickHits pic.twitter.com/AXybdWOx6X
— PGA TOUR (@PGATOUR) 1 de junio de 2017