Aunque siempre hemos dicho que el golf siempre te da lo que te quita y viceversa. Lo cierto es que nunca viene mal un poco de suerte. Como la que tuvo Brian Stuard en el 17, en pleno corazón del «Nido de Serpientes«. Y es que al estadounidense le faltó escasamente un metro para anotar el Hoyo en Uno después de que la bola le botara favorablemente en uno de los aspersores situados en el collarín del green.
Hablemos de piques con suerte. ?pic.twitter.com/eRv4nu2kXR
— PGATOUResp (@pgatouresp) March 18, 2022