«Este no fue su mejor golpe, eh?», dijo un turista austriaco a Tiger después de que la bola de éste golpeara la cabeza y mostrara las manos, la cabeza y la cara manchada de sangre a causa de la herida producida por el golpe.
El espectador recibió sonriente un guante firmado del jugador (algo habitual en estos casos) después de que fuera alcanzado desde una distancia de 290 yardas (261 metros) al fallar Tiger la calle del 1 durante la ronda final del WGC-Cadillac Championship tal y como se puede ver en este vídeo.






